martes, 11 de agosto de 2020

DISTINTOS... ¡PERO COMPLEMENTARIOS!

Tengo la suerte de poder impartir formaciones de mantrailing a tipos de público muy diverso: profesionales (policía, bomberos…), grupos voluntarios de búsqueda y rescate y también no profesionales.

Impartimos a todos la misma formación, con la misma calidad y los mismos temas, pero profundizando en aspectos que pueden aportar más al colectivo que tenemos delante.

Cuando hablamos con profesionales y grupos de búsqueda y rescate una de las primeras cosas que explicamos es cómo se integran los perros de búsqueda de personas en los operativos de búsqueda y las distintas maneras que tienen de trabajar.

Todos los grupos tienen perros de venteo y saben bien el trabajo que éstos llevan a cabo y cómo lo hacen; algunos tienen perros de mantrailing o rastro y hay otros (cada vez menos, a decir verdad) que carecen de ellos y desconocen cómo trabaja exactamente el perro de mantrailing.

Por eso es importante explicarlo, porque es un trabajo completamente distinto al del perro de venteo.

Ya comentamos esta diferencia en ESTE ARTÍCULO del 2017, pero vale la pena repetirlo.

Éste es el diagrama que les mostramos para explicarlo:


                             


Como se indica en él, el perro de venteo BUSCA conos de olor, ayudado por los vientos (de ahí la palabra). Se encara al viento e intenta “extraer” de él la información que necesita (¿Me llega olor humano? ¿De dónde viene?). Se puede comparar con la detección de sustancias, con la peculiaridad de que aquí la sustancia es una persona. El perro tiene que encontrar el cono de olor, entrar en él y seguirlo hasta dar con la “fuente” (el origen del olor) y cuando da con ella tiene avisar a su guía con un marcaje.

El perro de mantrailing, en cambio SIGUE el olor de una persona en concreto, la estela de partículas que se han ido desprendiendo de la persona concreta que buscamos a medida que se ha ido desplazando, hasta dar con ella (o llegar a un punto en el que ya no hay más olor delante. Pero eso es otro tema…)

También el perro de rastro (Tracking) SIGUE el olor de esa persona, pero su trabajo está más enfocado a seguir el rompimiento del terreno que ha pisado la persona, cuyas pisadas contienen el olor del humano junto al olor que se desprende de la vegetación y la capa límite del terreno que “rompe” la persona con sus pisadas.

Los perros de tracking/rastro y trailing trabajan de distinta manera para conseguir un mismo objetivo y eso tiene algunas implicaciones. No entraremos ahora en las diferencias entre ambos (que son bastantes y es importante conocerlas y comprenderlas) porque no es el objetivo de este artículo.

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Como veis, un tipo de perro BUSCA y el otro SIGUE, y esto me lleva a otra manera de definir los trabajos de ambos, más allá de decir que los dos tipos de perros buscan personas:


El perro de venteo... DESCARTA ZONAS.

(Está o no la persona en la zona asignada)


El perro de mantrailing... DA INFORMACIÓN.

(¿Hay trail? ¿Hacia dónde va? ¿Dónde acaba??


Son trabajos DISTINTOS, COMPLEMENTARIOS... y ¡ambos NECESARIOS!

Por eso cada vez más los grupos de búsqueda de personas ven la necesidad de contar con perros de las dos disciplinas.

En un próximo artículo hablaré de las diferencias entre tracking/rastro y trailing, que es importante conocer porque según cómo entrenemos tendremos un tipo de perro u otro, con dos maneras de trabajar distintas, cada una con sus ventajas e inconvenientes.