A raíz de una charla que tuve hace unos días con los
instructores Heidi y Edmund Hajek sobre qué actividades podemos hacer cuando no
disponemos de figurantes, Heidi comentó que una de las cosas que a veces hace
la gente es trazar un trail (Ellos mismos), dejar comida o un objeto al final y
luego pedir al perro que siga ese trail hasta llegar a la comida o el objeto.
No es una mala actividad para hacer con nuestro perro, ¡en
absoluto!
Pero no es realmente mantrailing.
El mantrailing es, básicamente y como su propio nombre
indica (Man-Trailing), la acción de seguir el trail (la estela de olor) de
una persona con el objetivo de encontrarla al final del trail (O dar
información, como he comentado en otras ocasiones). También lo definimos como
la búsqueda de personas por olor de referencia.
Se podría pensar que estas dos actividades son lo mismo
porque se desarrollan de manera similar, con correa larga y con arnés (en
general). Pero en realidad este ejercicio está en contradicción con la
esencia del mantrailing, porque su objetivo es seguir un trail de olor con el
objetivo final de encontrar algo que no es una persona. Y esto puede crear
confusión al perro.
De hecho, en mi opinión los perros operativos no deberían
hacer nunca este tipo de ejercicios a no ser que el perro tenga clarísimo que
está haciendo otra cosa (distinta orden, distinto arnés, distinto
condicionamiento...).
Y, de hecho, ni siquiera así…
Qué problemas podría causar (sobre todo a un perro operativo
o que lo va a ser) practicar este ejercicio:
- En mantrailing normalmente (hay excepciones
sobre todo en el ámbito policial, otro día las explico) necesitamos presentar
al perro un artículo con el olor a seguir. Si para que encuentre objetos o
premios no lo hacemos puede que en la cabeza del perro estemos quitando
importancia al artículo de olor, cuando de hecho es básico, porque le
proporciona una información esencial: cuál es el olor de la persona que queremos
encontrar
- En mantrailing enseñamos al perro a descartar el
olor de su guía. Me explico: cuando el guía manipula el artículo de olor,
aunque esté guardado en una bolsa, va a contaminarlo en mayor o menor medida.
Eso no es un problema para el perro porque ya sabe que no tiene que seguir a su
guía; simplemente le descarta. PERO ¿y si le hemos enseñado a seguir también
nuestro olor? ¿Y si de los olores que contiene el artículo el perro decide, por
el motivo que sea, seguir el de su guía? El riesgo es demasiado alto…
- Si a un perro de mantrailing su guía le traza un
trail, le da a oler un artículo con su olor (y ningún otro) y le da el comando
para seguir el trail… si ha seguido un buen entrenamiento debería o bien marcar
a su guía inmediatamente y no seguir el trail, porque las partículas más
frescas del guía emanan de él y él está allí o, si no le marca, como mínimo debería
mostrar confusión, sentándose delante de él para comunicarle que no entiende
qué está pasando.
- ¿Qué pasaría si en un caso real el olor de la
persona a encontrar (a la que pertenece el artículo) no estuviese en la zona
pero resultase que el guía ha caminado por allí antes de empezar el Trail, dejando
rastros de olor? Puede que el perro, al no encontrar la estela de olor (Trail)
de uno de los olores, decidiese seguir el trail correspondiente al otro olor
del artículo, en este caso el olor del guía, porque en algunos entrenamientos le
hemos “comunicado” que lo puede hacer y está bien.
- Practicar este ejercicio nos puede perjudicar el
Marcaje de No Olor (Cuando el perro tiene que decirnos que el olor de la
persona a la que tiene que seguir no está presente en la zona). Esta capacidad
del perro es esencial en un servicio real para ahorrar tiempo y energía en la
búsqueda, por lo que no podemos arriesgarnos a fallar.
Insisto, seguir un rastro para encontrar premios o un
juguete no es un mal ejercicio (lo digo porque yo lo hice hace muchos años) pero
no es exactamente mantrailing.
Por otro lado, en cuanto a marcar objetos, hay gente que
practica mantrailing y entrenan el marcaje de objetos durante el Trail, aunque
eso es más bien propio del tracking (rastro siguiendo el rompimiento del terreno).
Nosotros
en el Método Kocher no lo entrenamos (excepto algunas agencias de policía que
tienen perros duales) por dos motivos:
- La estela de olor puede, debido al viento, no estar justo
encima de las pisadas del sujeto, por lo cual es posible que el perro no
encontrase los objetos dejados por la persona. Y no estaría haciendo un mal
trabajo.
- En caso de “toparse” con un artículo u objeto de la
persona mientras sigue el trail, puede que se acerque por sí mismo sin haberle
enseñado a marcar, por simple curiosidad. Pero en realidad sería más bien tarea
de los acompañantes ir observando la zona por donde el perro pasa para ir
recopilando información.
A veces yo en alguna clase, como “divertimento”, he pedido
al figurante que mientras se aleje deje caer una prenda de ropa, para observar
qué hace el perro. Algunos ni la ven ni la huelen, otros la ignoran, otros la
huelen y siguen trabajando... Recuerdo un día un Beagle (mi querido Django) que
como la prenda estaba apoyada en una barandilla se acercó, saltó, la olió y
siguió el trail. Fue interesante.
En un seminario hicimos también un ejercicio en el que
pedimos al figurante que dejase caer un artículo a medio camino para que formase
una piscina de olor y ver cómo reaccionaban los perros al llegar a ella.
Con estas cositas aprendemos cómo reaccionan nuestros perros
al toparse con un artículo con el olor que están siguiendo, por eso es
interesante hacerlas. Quien sabe si en un caso real podemos encontrarnos con
una piscina de olor dejada por la persona, que se ha sentado en un banco a
descansar antes de seguir caminando.
Pero no les enseñamos a marcar los objetos.
*********************
En la preparación de nuestros perros debemos tener claro
cuál es el objetivo final, a dónde queremos llegar.
Tener esto claro nos ayudará a estructurar bien nuestro
entrenamiento desde el inicio, para que cada nuevo ejercicio que nos planteemos
esté pensado y orientado a conseguirlo.