Este fin de semana pasado estuvimos en Astúrias en un
seminario de mantrailing y querría compartir con vosotros un trail muy
interesante que hice con Rodri.
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Durante el seminario habíamos
hablado de tipos de artículos de olor, de artículos contaminados y de la necesidad
de enseñar al perro el target para señalar los artículos que son demasiado
grandes para poner en una bolsa.
Para ello decidimos hacer el
ejercicio de tomar el olor de un lugar donde el figurante ha estado sentado.
Antes de empezar a enseñar a los participantes cómo construir el ejercicio
quisimos mostrar un trabajo acabado con un perro (Rodri) que conoce el ejercicio.
Pedimos al figurante que se
sentara en la parada del autobús unos minutos y luego se fuese.
Casualidades de la vida, justo
poco antes de llegar yo con Rodri una señora mayor se sentó en el banco, justo encima
de donde había estado el figurante (al trabajar en entorno urbano estas cosas
pueden pasar, claro...).
(Si escucháis el audio en
castellano oiréis la explicación que le dábamos a la señora, que no estaba
demasiado contenta con la situación...)
A resultas de esto en el banco había
DOS olores muy recientes: el de la señora, que es el más fresco y el de nuestro
figurante.
Pero eso no debía suponer un gran
problema para Rodri, porque hemos entrenado este tipo de situaciones.
Os explico el ritual de inicio
paso a paso:
Ø Llego con Rodri a la zona.
Ø Deposito el arnés encima del banco (Con esto Rodri ya sabe que ese es el punto donde va a empezar a trabajar y que el olor que va a tener que seguir está bajo el arnés).
Ø Doy una vuelta alrededor del arnés para que haga lo que llamamos un inventario de olores (es decir, que huela todos los olores que hay por allí)
Ø Vuelvo a donde está el arnés, le visto, le pido que huela el artículo de olor (el banco) dos veces: una a medio vestir y otra cuando acabo.
Ø Le pido que empiece a trabajar.
Lo primero que hace Rodri es irse
hacia donde está la mujer. A un metro se gira, se acerca a olerla y luego, como
está allí, entiende que no la tiene que buscar a ella, lloriquea un poco (no es
una situación fácil), da una vueltecita, encuentra el trail y empieza a seguirlo.
Durante el trail veis que Rodri
va haciendo negativos y medias lunas para ir descartando zonas. No va con la
nariz en el suelo, porque el trail es bastante fresco y hay partículas de olor
en suspensión. Veréis que baja la cabeza en un par de ocasiones para confirmar.
(Habíamos estado entrenando en la
zona y había muchos olores por todas partes, incluído el del figurante)
No hicimos un trail largo. El componente
del trail era tomar el olor de un banco. Recordad que cuando entrenamos un
componente en concreto (obstáculo, etc...) el trail tiene que ser corto para
que el perro pueda ser premiado poco después de haber hecho el componente.
Al final, como siempre en el Método Kocher, acabamos con un
Intensity para que el perro se quede con un buen sabor de boca después de un
trail con cierta dificultad.
Aquí tenéis el vídeo:
Ejercicios como este, aunque en
la realidad no vayamos a necesitarlos nunca, son un desafío tanto para el perro
como para el guía.
Ø
Para el perro: Hacen que afine el olfato, que aprenda a
discriminar entre olores muy frescos, a trabajar con artículos diversos y
bastante contaminados... y todo esto son experiencias que acumula y le hacen
más eficaz en su trabajo.
Ø
Para el guía: le ayudan a leer a su perro y entender lo que éste es capaz de resolver.